jueves, 29 de septiembre de 2016

Vacunando a la Bella Durmiente

Cuando la peque crezca y quiera disfrazarse de princesa Disney, como todas la niñas, el suyo será el de Bella Durmiente, por razones obvias. Duerme como los gatitos, durante horas y horas.

Hoy la hemos llevado a vacunar. Sus primeras vacunas fueron bastante bien:

Con dos meses según recibió el pinchazo, quedó dormida en la sala de espera mientras yo charlaba con la mamá de uno de sus compañeros de neonatos. No llegó a tener fiebre, sólo dormía y dormía, plácidamente.

Las vacunas de los cuatro meses le hicieron reacción, ahí sí que tuvo su febrícula y estuvo bastante tontorrona. Nada que no soluciones un chorrillo de apiretal y a dormir toda la noche... otra vez a dormir.

A los seis meses las vacunas no le hicieron reacción alguna, estaba tan fresca y tan feliz. Ahí nos tuvo otra vez aislando sus "pastelitos" para no contaminarnos con el rotavirus y poco más que reseñar.

Ahora pasados los 7 meses, casi con ocho, ha recibido su vacuna más difícil de conseguir. La dichosa Bexero se ha hecho desear, porque queremos que las tenga todas. Para nosotros es importante que tenga toda la protección posible, porque lo que más miedo da de las vacunas es no tenerlas...  Y si no, que se lo digan a algunos mayores del pueblo, que pasaron la polio y llevan toda la vida cojitos, ¡y esos fueron los supervivientes!

Hay mucho moderno antivacunas y antiquímicos y antiradiación por el mundo, ahora está de moda, sólo les falta ponerse el sombrerito de papel albal. El rollo antiradiación me parece una chorrada, porque la más importante que recibimos es la del sol, y sin esa no estaríamos vivos. Lo de los químicos es para echar de comer aparte, gente que lo quiere todo supernatural, que no cae en la cuenta de que gracias a ciertos químicos ahora es más seguro comer que nunca en los siglos anteriores.

Pero a los antivacunas no los tolero. La libertad está bien, pero no comprenden que su libertad de no poner vacunas acaba cuando empieza la de los demás. Sobre todo cuando se cargan la inmunidad de grupo y hacen polvo a los más débiles, a los que no pueden recibir la vacuna por alergias de algún tipo, a los que no les ha dado tiempo a recibirla porque acaban de nacer, a los adultos que por lo que fuera nunca se inocularon y ¡oh, sorpresa! ¡adultos con paperas o varicela que se tiran meses de baja porque no es lo mismo pasarlas de niño que de adulto!

Hay una campaña de Médicos sin fronteras que dice tal cual, que lo que da más miedo de las vacunas es no tenerlas. Ellos están aún en sitios donde puedes morirte por cosas para la que existe un remedio. Deberíamos tenerles más presentes. Ojalá ningún crío o adulto se quedara sin sus vacunas, ni aquí, ni allá donde tanta falta hacen.

¡Ah! Por cierto... sí, la pequeña ha dado un berrido de sorpresa durante el pinchazo, ha llorado un momentín y enseguida se ha tranquilizado. Al terminar de poner el trocito de esparadrapo ya estaba sonriendo al enfermero en prácticas. Luego en la calle toda risitas y querer juguetear y...

Por supuesto, ahora mismo está dormida como un tronco. Esperemos que no le dé mucha fiebre, aunque más vale una mala noche hoy, que la posibilidad de tenerla muy pachucha más adelante.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Personalizando el blog

El otro día caí en la cuenta de que era necesario un logo aparente y un banner para el blog, algo que le diera un poco de personalidad, pero... sin pasarse, que una en el fondo es bastante sobria.

Vamos allá...

He echado un buen rato de Illustrator, que para algo hice un cursillo hace un par de años, para sacarle provecho. Tal vez no sea espectacular, pero a mi me gusta así.


Un banner para la página



Pequeño logo para twitter
Probablemente tenga que escalar ese logo, que se ve diminuto, al menos aquí. A ver si lo puedo encajar en twitter y ver cómo queda.

¡¡Espero no defraudar!!

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Despertar con miedo en el cuerpo

Antes de ser madre una se imagina durmiendo poco porque el bebé llora  porque tiene hambre, porque se hace pis, porque le duele la tripa, porque le salen los dientes, porque está incómodo, porque sí... Y es cierto, das mil vueltas durante la noche, sobre todo al principio, a lo que además se suma el pensamiento "¿seguirá respirando?"

Luego pasa un tiempo, el bebé duerme más, te dicen que le dejes dormir porque durmiendo crecen y tal y qué sé yo. Pues nada, que duerma... Pero tú sigues ahí, dando vueltas a ver si se destapa, a ver si respira. Descubres que eres madre de tu bebé-marmota, que, hablando en plata, es un ser extraño y tranquilo que te hace sospechar que trama algo, porque es el único de un amplio grupo de mamis que conoces que duerme a ese nivel. A mi se me antoja un rollo "Pueblo de los malditos", pero sin pelucas blancas y brillo en los ojos, más disimulado.

Hay días que te despiertas después de horas de silencio y de plácido sueño de la criatura, en mitad del silencio, sobresaltada, y te acercas a ver si sigue respirando, porque te parecen demasiadas horas de paz. Y ves que se mueve muy ligeramente, te apresuras a alimentarlo (¿y si muere de inanición durante la noche?) y el elemento, lejos de despertar para empezar a dar guerra durante todo el día, come ávidamente, eructa, se frota los ojos y... y te hace la cobra para seguir durmiendo. No en tus brazos. En la cuna. Un rollo "a mi déjame seguir durmiendo, pesada". Y tu te vuelves a la cama, flipando, y empiezas a darle vueltas. Y a dar vueltas... y la que no puede dormir, eres tú. Te dura el susto y lo sabes.

Ese ser capaz de dormir sobre una piedra y como una piedra.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Pequeña presentación

Aquí estoy: soy documentalista y tengo un trabajo muy parcial en una biblioteca, soy un poco friki, me gusta la cocina, viajar, Japón y sus cosas, veo series en netflix cuando puedo, hago amigurumi y tejo cuando me da tiempo...

... y desde hace 7 meses también soy mamá.

Guerra de garrillas.


De modo que algo de eso se mencionará por aquí. Porque es irremediable que uno hable de su entorno más cercano y de lo que le interesa en casa momento. Y este es una etapa de la vida que tenía que llegar y aquí está, lleno de curiosidades y con sus correspondientes investigaciones.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Dando forma a la idea

Vamos allá, un retocar los márgenes, un liquidar entradas previas de prueba, un poner un fondo chulo que exprese que esto no va a ser más que charla intrascendente y agradable...

Manuscrito vía pixebay


¡Manos a la obra!

Una se pone a escribir, sin mucho que contar, haciendo planes mentalmente de cómo estructurar una serie de entradas: las de trucos interesantes, las de recetas que no caben en mi pequeña sección de cocina dentro de Labores en Red, otras de recuerdos y experiencias a compartir... Ocurrencias irrelevantes del día a día.

Todo ello impulsado por el ánimo que transmiten las colegas que te instan a escribir esas cosas que a ellas les parecen graciosas... Cuando, que yo sepa, menda no ha tenido gracia en la vida.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Ese momento en que piensas alimentar un blog : ¿el comienzo?





Y después de mucho dar vueltas de un lado para otro, colaborando en otros blogs, investigando sobre lo que te interesa, sobre las novedades en tu vida, administrando en la medida de lo posible las redes sociales de la asociación en la que bailas...

... Se te ocurre que deberías ponerte creativa de verdad, liarte la manta a la cabeza y contar tus cosas en el blog que creaste y tienes abandonado.



Momento en que a tu cabeza le da por crear

La historia es la de siempre, no quiero contar mi vida por no tenerla en las redes (por una cuestión básica de intimidad) y ya hablas sobre cocina en un sitio o sobre cosas de críos en otro grupillo cerrado.

Tiende uno a pensar que lo que se le pasa por la cabeza no es nada interesante, sin embargo, después de mucho leer entradas de unos y de otros, te da por pensar que tu opinión y tu experiencia también pueden ayudar, iluminar o alentar a alguien.


Aunque sean entradas cortitas y cosas absolutamente irrelevantes.